Ya casi estamos en una de las fechas más esperadas de todo el año: la Navidad. Estas fiestas nos encantan por muchos motivos, y no es para menos. Las cenas y las comidas de celebración son la excusa perfecta para reunirse con la familia y con los amigos, para rememorar viejos tiempos y para disfrutar en compañía de los seres queridos. Otro motivo serían los regalos (¡a quién no le gusta ser el destinatario de algún obsequio!); y después, pero no menos importante, está la decoración navideña.
El ambiente del que disfrutamos durante el mes de diciembre y principios de enero es, en gran parte, gracias a las luces de Navidad; éstas inundan las fachadas de los edificios y visten las zonas más transitadas y comerciales con sus resplandores y sus mensajes de felicidad y buenos deseos. De todos los tipos de decoración que encontramos en la Navidad, las luces son las más especiales y las que más se echan de menos cuando las fiestas terminan. Es inevitable, ya que su presencia se hace notar cada vez que cae el sol y hacen su aparición con el encendido.
Las calles comerciales de las poblaciones no serían las mismas si en Navidad no se llenaran de todas esas luces: las tiendas llenan sus escaparates con guirnaldas de luz que atraen las miradas de los transeúntes y las fachadas se vuelven el foco de atención. ¡Y es que la variedad de luces que encontramos año tras año es enorme! Las hay de todos los tipos y medidas: grandes cortinas de luces LED que se derraman por los edificios, estalactitas colgando de los bordes y enmarcando portales, comercios y casas, redes brillantes expandiéndose de acera a acera iluminando el pasar de los coches… ¡Es sin duda una postal preciosa!
Entre nuestras luces de Navidad favoritas están las mangueras de luz brillantes que sirven para delinear los balcones. Incluso hay algunos árboles navideños que las llevan alrededor para crear una cadena de color azul o de cualquier otro color que le da un aspecto muy alegre y original. Aunque uno de los efectos más espectaculares son los goteos de luz; es como si tuvieras sobre ti una gran lluvia de luces de colores que parpadean sin parar.
Nosotros recomendamos que, si dispones de un balcón en tu casa o incluso si tienes una vivienda unifamiliar con jardín o patio que te permita más libertad para decorar, optes por alguna de las luces de Navidad disponibles. Entrar en tu casa será toda una experiencia si ésta está decorada con guirnaldas o cortinas de luces, ya sean de un solo color o de varios. Con eso y unos cuantos adornos más tendrás el escenario perfecto para celebrar la Navidad. ¡Felices fiestas!